Subsecretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud de Palmira es egresada javeriana

Es casi inevitable no enamorarse del Derecho cuando se crece en una familia de abogados. A Lina Marcela Escobar le pasó y después de seis años con el título de abogada javeriana, opina que todos, independientemente de la carrera que estudien, deberían tener conocimientos básicos de leyes y de derechos. “Siempre dije que quería estudiar Derecho precisamente para no tener que confiar en lo que otros me dijeran, sino para establecer un pensamiento crítico y criterio propio”, añade.

Tener claro eso desde muy joven la ha llevado a tener una carrera profesional sólida en la que ha transitado por la empresa privada, del tercer sector y entidades públicas. Hace solo unos meses fue designada como subsecretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud de Palmira, y en este cargo tiene uno de los retos que más la emociona: generar impacto en la primera infancia, la niñez y por supuesto, a cautivar el interés de los jóvenes por aportarle a sus territorios.

“Tengo que trabajar de la mano con comisarías de familia, con el ICBF, todo lo que tenga que ver con el plan de desarrollo con el tema de juventud y especialmente ahora que también recién están electos los consejos municipales de juventudes”, expresa Lina.

Parte de su responsabilidad como subsecretaria está garantizar la actualización de la política pública de juventud del municipio, la política pública de primera infancia y recientemente dirigir una especie de escuela de liderazgo con los consejeros de juventudes. “Nuestro trabajo es  articular todos estos actores para que en estos dos años que quedan del gobierno del alcalde de Palmira se pueda dar cumplimiento y darle una línea ya fija al plan de desarrollo de la ciudad”, añade esta abogada javeriana. 

Este es el segundo cargo público que ocupa Lina. En el 2015, un semestre antes de graduarse como abogada, fue elegida concejal de Palmira. El interés por las funciones públicas, cuenta, nació cuando su padre fue alcalde del municipio de Pradera y junto a él tuvo una mini escuela sobre política, que le dieron la confianza y las bases de conocimiento para enfrentarse a elecciones populares con tan solo 21 años, y alternar sus responsabilidades como concejal con las últimas clases de Derecho.

“Uno llega con muchas ganas de hacer cosas y en el camino se va dando cuenta que realmente el trámite y la manera de administrar los recursos, con sus diferentes dependencias y secretarías, es un poco más complicado. Evidentemente, al ser la menor del Concejo de Palmira me tocó estudiar mucho más sobre la elaboración de proyectos de acuerdos, preparación de debates, comisiones, y demás. También me tocó trabajar el doble para poder probar que sí merecía estar ahí, a pesar de mi juventud”, recuerda Lina, quien después de graduarse de la Javeriana Cali se especializó en Gerencia pública y se hizo magíster en Administración.

A su corta edad, pero con sueños grandes y alcanzables, Lina fundó hace cinco años Las Colinas, su propia fundación en la que lidera programas de nutrición infantil y capacitación a madres cabeza de familia en Palmira. “La fundación empezó desde el proyecto político como un centro de capacitaciones para mujeres, porque siempre me han enseñado en mi familiar que uno debe dejar huella positiva para que eso tenga un propósito”, expresa esta javeriana.

Con su fundación realiza jornadas de salud y planes alimenticios con niños, y a través de las alianzas con entidades como el Sena y Internacol capacita a las madres de esos pequeños en diferentes artes, oficios y las conecta con las diferentes convocatorias a nivel municipal, departamental o nacional para puedan acceder a capital semilla para sus emprendimientos. 

¿Qué destaca de su formación como abogada javeriana?

Lina Marcela destaca de la carrera de Derecho de la Javeriana Cali las competencias orales con las que forman a los abogados, y que no todas las universidades lo brindan. “Los javerianos tenemos un pensamiento rápido para el análisis y respuesta. Somos fuertes en argumentación jurídica, en hermenéutica, que nos permiten desarrollar muy bien las habilidades de comprensión, de lectura rápida y de poder realmente tener un pensamiento crítico”, afirma. 

De hecho, recuerda que en su época de preparatorios los cuestionarios llevaban a pensar más allá de una simple respuesta. Dependiendo de los casos y las preguntas, los cuestionarios eran cero convencionales y no se trataba de aprenderse artículos de memoria, sino realmente a analizar y entender lo que estaban estudiando y cómo responder desde el conocimiento de abogados. 

“Además, en la Javeriana Cali te encaminan realmente a ser un profesional que se pone en los pies de los demás. Ser empático y conectarse con las realidades sociales. Esa formación humana de la Javeriana es incomparable e indiscutiblemente la mejor enseñanza que me llevé de mi Universidad”, concluye Lina Marcela Escobar, subsecretaria de infancia adolescencia y juventud de Palmira