"Hemos ido construyendo una empresa piso por piso, escalón por escalón", Yonatan Bursztyn, gerente de TOTTO

“Es un gusto estar con la familia javeriana de la cual soy miembro desde los 80 como egresado de Ingeniería Industrial de la sede en Bogotá. Siempre he llevado a la universidad en mi corazón. A los estudiantes los felicito por haber escogido la mejor universidad. Agradecemos a la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas por esta invitación, felicitaciones por los 10 años del programa de Negocios Internacionales”.

Con estas palabras Yonatan Bursztyn dio inicio a su conferencia Estrategia de Internacionalización de TOTTO, que se llevó a cabo el pasado viernes en el Auditorio Alfonso Borrero Cabal en el marco de la celebración del décimo aniversario del programa de Negocios Internacionales. El líder empresarial compartió detalles de la estrategia de la marca, su apuesta internacional y su impacto en el entorno.

Asimismo, el invitado narró a un auditorio lleno que en 1987 era un emprendedor recién graduado con la ilusión de independizarse. En ese entonces, en medio de una crisis económica que golpeaba a las grandes y pequeñas empresas del país, se le presentó la oportunidad de comprar la marroquinería Bonreal, a la que bautizó como Nalsani, e inició su negocio vendiendo maletas y maletines en cuero en algunos almacenes de Bogotá y exportando productos a los Estados Unidos.

"Como cualquier compañía, tenemos nuestros principios, la esencia de nuestra empresa es que soñamos en grande. Hemos ido construyendo una empresa piso por piso, escalón por escalón".

Pero la historia de TOTTO empezaría a escribirse un poco después cuando Yonatan conoció una empresa en Italia que se dedicaba a fabricar productos en lona, descubrimiento que se convirtió en su más grande apuesta para ampliar su público objetivo con maletines de colores llamativos, de alta calidad y de menor costo que el cuero. Esta transformación le significó un gran éxito comercial que desde julio de 1985 el país empezó a conocer como TOTTO, nombre inspirado en una de las bandas de rock favoritas del empresario, hijo de inmigrantes judíos.

En 1989, cansado del trato poco justo que recibía en los centros comerciales, Yonatan abrió su primera tienda y tres años después amplió su línea de productos lanzando su primera colección de moda. La marca estaba dando pasos agigantados para convertirse en una de las más queridas por los colombianos y para impactar en el mercado internacional. A principios de los años 90 aterrizó en Costa Rica y diecisiete años después llegó a España. A la fecha es una de las empresas más reconocidas en Latinoamérica, está presente en 57 países con más de 600 tiendas y cuenta con licencia de Disney para crear productos inspirados en sus personajes.

“La empresa tiene alrededor de 3000 colaboradores y todos avanzamos hacia el mismo lado, esa ha sido una característica importante de TOTTO durante 35 años. Detrás de todo esto hay alguien que ha estado trasnochando, trabajando muy duro y estudiando para poder construir lo que hoy somos”, señaló el empresario. Según explica, parte de este logro se debe a los principios de la compañía. “La esencia de nuestra empresa es que soñamos en grande. Hemos ido construyendo una empresa piso por piso, escalón por escalón”.

Yonatan confesó que nunca soñó con dirigir una compañía de las proporciones de Totto. “Pensaba que con tener cinco tiendas y 100 colaboradores era todo lo que necesitaba para sostener a mi familia”.  Asimismo, expresó que lo que los hace diferentes es su innovación. “Ese es uno de los retos más importantes que tienen las instituciones educativas en el país y en el mundo, cómo despertar en los estudiantes su capacidad innovadora. De ahí saldrán grandes ideas para convertirlas en hechos”.